La primera fase se ha terminado. Sin partidos memorables. Sin grandes goles. Pero han pasado cosas. Sorpresas varias, algunas broncas, otras tantas polémicas (centradas básicamente en el balón oficial y las Vuvuzelas), y muchas decepciones. Se esperaba más de los equipos africanos, ya que se presuponía que este iba ser su Mundial. Los equipos europeos han estado bastante flojos. Todo lo contrario que el continente americano, reflejo del trabajo bien hecho. Por su parte, Asia ha dado un paso importante clasificando a dos selecciones para octavos. Oceanía, por el contrario, sigue sin existir aunque Australia ha ganado un partido y Nueva Zelanda se ha ido sin perder. En cuanto a jugadores, dos son las grandes sorpresas-confirmación de lo que va de torneo, el alemán de origen turco Mesut Ozil y el japonés Keisuke Honda.
El pasado miércoles, nuestros compañeros Ander Restoy e Iván Herce estuvieron debatiendo en el programa especial de ‘La Otra Actualidad’ sobre el Mundial 2010 con Ander Carazo como presentador. También contamos con la opinión de Xabier Azkargorta, Patxi Herranz, Iker Alava, Javi Ortiz de Lazcano, Juanma Mallo y Rafael Alkorta.
Tras la primera jornada del Mundial pocos son los que se resisten a hacer un pequeño análisis de las selecciones. Un servidor les va a ofrecer una pequeña visión de tres selecciones que han hecho bien las cosas y tres que tienen que mejorar. Todas menos una son ‘blue chips‘ que tienen todos los ojos encima. Dentro de este análisis no están incluidas selecciones como Argentina (ciertamente ofrecieron una buena imagen si se tiene como punto de partida el clasificatorio) o Italia (siguen en el mismo plan de siempre consistente en dar el 100% cuando toca) pero en posteriores ediciones seguro que salen si siguen en esta tónica.
SUBEN
ALEMANIA: Los teutones son probablemente el único equipo de los teóricos favoritos que ha demostrado cosas para seguir teniendo esa consideración. Es cierto que su rival era bastante endeble, y además jugaron bastantes minutos con diez por la expulsión de Cahill, pero eso no quita que la ‘mannsachaft‘ mostrase una fluidez muy importante en ataque. Los Podolski, Klose, Müller bailaron perfectamente al ritmo que impuso Mesut Ozil. El jugador del Werder Bremen dio todo un clinic en cuanto a visión de juego y asistencias. Tiene todos los boletos para ser una de las grandes sensaciones del Mundial. Si a un gran ataque le sumamos una férrea defensa tenemos un candidato a grandes cotas. El único pero que se le puede poner, siendo un poco tiquismiquis, es que la pareja de mediocentros (Schweinsteiger y Khedira) no son de totales garantías.
En un Mundial en el que la creencia común común es que no está regalando grandes partidos ni buenos momentos de fútbol tenía que llegar un día como el de ayer para sacarnos de ese estado de semi-letargo en el que nos encontrábamos. No por la calidad de los encuentros si no por tener la sensación de estar viviendo historia.
Porque si exceptuamos el partido que enfrentaba a Costa de Marfil y Portugal, tanto el duelo matinal como el nocturno entraron en la historia mundialista y futbolística. Aunque sólo sea un pedacito de ellos. Los motivos son diferentes, uno es simple y llanamente estadístico mientras que el otro es una cuestión sentimental o, si lo prefieren, romántica.
“El deporte es más poderoso que la política para derribar barreras raciales. Tiene el poder para cambiar el mundo y unir a la gente que apenas tiene nada”, proclamó Nelson Mandela. Un partido de rugby es el momento más trascendente de la historia de Sudáfrica. Un país que hasta 1994 estaba legislado por el apartheid, que establecía zonas delimitadas para blancos y negros: escuelas, hospitales, autobuses y el deporte, que tampoco escapó a las divisiones raciales.
Hoy se cierra el círculo que se empezó a trazar en 1995 con la organización del Mundial de rugby, que además ganaron. El deporte de los blancos, símbolo de la opresión y que Mandela supo utilizar como elemento de cohesión. En ese equipo había un negro, Chester Williams. En los Bafana Bafana, la selección de fútbol del país, hay un blanco, Mathew Booth. El jugador más querido por los aficionados. Las similitudes se quedan ahí, porque parece complicado ver a los sudafricanos más allá de los octavos de final.
Pentacampeona. Ganadora en 1958, 1962, 1970, 1994 y 2002. Cualquier aficionado sabe esto y de tanto escucharlo ya no asusta. Pero la verdad es que impresiona. Habla mucho de lo bien que se trabaja el fútbol en Brasil y, por supuesto, de la eterna buena salud de la que la ‘verde-amarela’.
Ocho años después de su último título vuelven a ser los grandes favoritos, esta vez junto a España. Cada cuatro años el acompañante cambia pero Brasil nunca se cae de ese escalón de gran aspirante. Pero esta vez llega de una manera muy diferente, alejada de su ‘eterno’ fútbol samba y aglutinando críticas en muchos lugares del planeta.
Esta semana hemos sido testigos de numerosos partidos de las selecciones que se verán las caras en Sudáfrica en apenas 100 días. Las grandes favoritas se siguen postulando, mientras que las demás muestran más miserias que virtudes. Aunque ya se sabe que todo esto de los preparatorios vale lo mismo que cinco libras en Harrods. No sería la primera vez que una selección que llega en una forma lamentable se lleva el gato al agua.
Para empezar no podemos hacer otra cosa que analizar el Francia-España disputado ayer en Saint Denis ante casi 80.000 personas. El 0-2 se quedó corto viendo los méritos de unos y otros. La ‘roja‘ fue un rodillo que pasó por encima de unos franceses que acabaron siendo pitados por su propia afición. La lección de fútbol de toque de España fue importantísimo para el bloque de Vicente Del Bosque ya que se demostró a sí mismo que también es capaz de arrollar a las grandes selecciones en territorio ajeno.
Seguimos con la segunda parte de este pequeño análisis del sorteo mundialista y vamos con el Grupo D. Interesante grupo, donde Alemania parece superior pero no debe descuidarse ni un milímetro ya que cualquiera de sus compañeras de viaje le puede poner en serios apuros. Serbia y Ghana pueden llegar un puntito mejor que una Australia que tiene pinta de ir a menos en los últimos años tras la marcha de Guus Hiddink.
En el Grupo E tampoco hay una cenicienta clara. Como en el caso del grupo anterior, en este cualquiera de las selecciones puede darle un buen susto a la teórica favorita, Holanda. Japón buscará repetir el papel del 2002 mientras que la Camerún de Eto’o y compañía intentarán superar la barrera de los octavos de final y volver a unos cuartos que no pisa desde Italia ’90. Dinamarca llega con un plantel no muy potente pero con un bloque que sabe a lo que juega.
Nada nuevo bajo el sol. Esta es la conclusión a la que llegamos tras la disputa de los cuatro primeros encuentros de la Copa Confederaciones de Sudáfrica. Y esto es así porque no ha habido sorpresas de ningún tipo, ni en forma de resultado ni en forma de juego sobre el césped. Quizás la pelea que ofreció Egipto ante Brasil sea lo más destacable de entre los duelos disputados hasta el momento.
En la jornada inaugural del domingo abría el torneo el Sudáfrica – Irak. El guión del partido fue el esperado, dos selecciones de un nivel bajo ofrecieron un partido del mismo perfil. Los anfitriones no son la selección que se clasificó a dos Mundiales seguidos y ni siquiera están entre el top-5 africano actual, mientras que los irakíes bastante tuvieron con ganar la Copa Asia en un logro inesperado en el país. A pesar de que los ‘bafana bafana’ dominaron el encuentro no supieron plasmarlo en el marcador y el 0-0 inicial no se movió.
Toda fase de clasificación tiene selecciones que pasan apuros y malos momentos para llegar a la fase final de un gran torneo y esta no iba a ser menos. En Europa Portugal (5 puntos de 15 posibles) se lleva la palma especialmente tras los dos últimos partidos. En Suecia los locales fueron superiores y siempre queda esa «excusa» de ser visitante y que todo punto fuera es bueno. Lo de ayer ante Albania no hay por dónde cogerlo. Mal partido de los de Queiroz ante un rival muy inferior y que además jugó con uno menos desde el 42 por doble amarilla del albano Teli (que había salido 20 minutos antes). Carlos Queiroz empieza a ser cuestionado demasiado pronto en una selección con una aparente Decodependencia y donde Cristiano Ronaldo baja enteros y no parece encajar.
ALEMANIA: Los teutones son probablemente el único equipo de los teóricos favoritos que ha demostrado cosas para seguir teniendo esa consideración. Es cierto que su rival era bastante endeble, y además jugaron bastantes minutos con diez por la expulsión de Cahill, pero eso no quita que la ‘mannsachaft‘ mostrase una fluidez muy importante en ataque. Los Podolski, Klose, Müller bailaron perfectamente al ritmo que impuso Mesut Ozil. El jugador del Werder Bremen dio todo un clinic en cuanto a visión de juego y asistencias. Tiene todos los boletos para ser una de las grandes sensaciones del Mundial. Si a un gran ataque le sumamos una férrea defensa tenemos un candidato a grandes cotas. El único pero que se le puede poner, siendo un poco tiquismiquis, es que la pareja de mediocentros (Schweinsteiger y Khedira) no son de totales garantías.
Para empezar no podemos hacer otra cosa que analizar el Francia-España disputado ayer en Saint Denis ante casi 80.000 personas. El 0-2 se quedó corto viendo los méritos de unos y otros. La ‘roja‘ fue un rodillo que pasó por encima de unos franceses que acabaron siendo pitados por su propia afición. La lección de fútbol de toque de España fue importantísimo para el bloque de Vicente Del Bosque ya que se demostró a sí mismo que también es capaz de arrollar a las grandes selecciones en territorio ajeno.
Pegado al palo 