Empieza la Liga. Un campeonato a la escocesa, salvo sorpresa. La pasada temporada se puso de manifiesto la diferencia entre el FC Barcelona y el Real Madrid y el resto de equipos. Muchos rivales dieron por perdido los partidos ante los dos grandes antes de disputarlos. Fue insultante. Este curso no parece que la situación vaya a cambiar y el ganador saldrá de estos dos equipos, como viene ocurriendo en los cinco últimos años, por un detalle. Porque sus plantillas son, sobre el papel y sin lugar a dudas, las mejores. Y aunque han rebajado su inversiones, no ha disminuido la calidad de lo contratado: Villa, Adriano y Mascherano, en un caso, y Canales, Pedro León, Di María, Kedhira, Özil y Carvalho, en el otro. Y cuentan con los entrenadores del momento, Pep Guardiola y José Mourinho. Dos estilos diferentes, pero con un mismo objetivo, ganar.
El catalán, en dos años, ha ganado siete trofeos. Un bagaje espectacular con un debut irrepetible e inédito en la historia del fútbol, en el que ganó todo lo que disputó. Seis de seis. Y la temporada pasada, aunque sólo logró la Liga, dejó la sensación de poder haber repetido. Por su parte, el portugués llega al Real Madrid por su palmarés: ha ganado la liga portuguesa, inglesa e italiana con el Oporto, Chelsea e Inter; diferentes copas en esos países; y, sobretodo, por haber conquistado la Champions con los portugueses e neroazzurris.