¿QUO VADIS ITALIA?

Después de las dos primeras jornadas del Mundial la cara de preocupación en los italianos es palpable. No hay rostro que no muestre una gran inquietud ante el futuro de los azurri. Dos partidos, dos empates y dos actuaciones lamentables. En el primero consiguieron un punto gracias a Justo Villar (algunos hablan del Jabulani pero es una ‘tragada‘ en toda regla del portero paraguayo), y en el segundo otro punto gracias a un penalti que transformo el delantero de la Juve Vincenzo Iaquinta.

Si hay una selección llena de topicazos esa es Italia. La mayoría de ellos siempre hacen referencia a que pase lo que pase Italia siempre tiene todos los boletos para ganar. A eso es a lo que se aferran los aficionados transalpinos viendo que su selección no ofrece ninguna garantía sobre el terreno de juego. El empate frente a Paraguay podía pasar ya que era el primer encuentro del campeonato, los sudamericanos eran un combinado muy aguerrido con un buen sistema defensivo, falta de adaptación a las condiciones del país, etc… pero lo que es totalmente inadmisible es que frente a Nueva Zelanda, una selección muy menor, pasase lo que pasó. Ese 1-1 final es todo un ridículo.

Siendo justos hay que decir que este via crucis no es algo que pueda sorprender a los que hayan seguido durante un tiempo la andadura de Italia. Desde que ganaron el Mundial de Alemania 2006 con absoluta superioridad han retrocedido horrores. El bloque no ha acabado de renovarse y aquellos jugadores que alcanzaron la gloria envejecieron brutalmente en dos días. Los Cannavaro, Zambrotta, Gattuso, etc… siguen siendo jugadores de garantías pero distan mucho de sus mejores versiones. La vida es así, la edad rara vez no perdona. Un ejemplo claro de lo que puede provocar los años en tema de lesiones es el caso de Gigi Buffon. Desde hace unos tres años el grandioso portero italiano sufre unos serios percances que le apartan mucho tiempo de los partidos. En este Mundial una hernia discal le ha dejado fuera tras sólo 45 minutos.

Lippi fue el hombre que hizo el milagro en Alemania 2006, ahora tiene una tarea mucho más difícil. La era Donadoni sentó muy mal a este combinado y el ‘hombre zen‘ trata de levantar a un equipo que vive sus últimos coletazos a pesar de que ha introducido cierta sabia nueva. Cesare Prandelli se hará cargo de la azzurra tras este campeonato y él será el encargado de voltear a este equipo, de darle un nuevo aspecto con más gente nueva. Pero antes de eso Lippi todavía puede obrar otro milagro porque calidad hay (eso si, menos que en otras ocasiones) y además en el banquillo tienen a una de las mentes más brillantes del fútbol.

Pero a pesar de esto las sombras son muy muy importantes. El equipo no ha funcionado para nada, la defensa no es ni de lejos lo contundente que se pide a una selección italiana, el centro del campo no presiona como es debido y las bandas no tienen la profundidad deseada, y en el ataque hay un agujero negro que lo envuelve todo. A pesar de todo este percal los italianos pueden pasar a octavos si ganan a la selección eslovaca, objetivo a priori muy factible pero que a día de hoy se presenta como una empresa muy complicada viendo que no son capaces ni de ganar a una Nueva Zelanda que no le llega ni a la altura de los tobillos.

Para ganar a Eslovaquia van a tener que conseguir que el cuarteto defensivo compuesto por Zambrotta, Cannavaro, Chiellini y Criscito no den ninguna oportunidad extra a los Hamsik, Vittek y compañía. Deben volver a infundir respeto en los rivales. Si Italia no tiene contundencia defensiva se pierde uno de los fundamentos de su juego. El centro del campo debe ser totalmente decisivo. Montolivo ha demostrado tener calidad y buena visión pero no tiene la regularidad deseada. De Rossi es todo corazón y pundonor pero en con la selección baja enteros respecto a la Roma. Marchisio en banda deja de ser ese jugador que se come al centro del campo rival, y Simone Pepe representa el bajonazo que ha pegado Italia. Gente como Candreva hubiera sido perfecto en previsión de este apagón de juego. En el ataque es donde tenemos un problemón gordo porque Alberto Gilardino está siendo un cero a la izquierda. Ni mete goles, ni lucha lo que tiene que luchar, ni ofrece soluciones. Iaquinta por lo menos ofrece esa movilidad y polivalencia que de vez en cuando da algo de luz a Italia. Di Natale debe jugar porque rara vez te encuentras a un goleador en tal estado de gracia. No hubiera venido nada mal el talento de Cassano pero es vox populi el nulo entendimiento entre Antonio y Marcello.

Llegamos así al día clave para los italianos. Sus mentes recuerdan ese maravilloso Mundial de España 82 en el que tras tres empates en el comienzo se llevaron el título gracias a un genial Paolo Rossi. Al igual que en esta edición el comienzo fue bochornoso. Este referente puede servir como motivación pero nada más. Italia se juega mucho en este partido frente a Eslovaquia. Lippi quiere dejar la selección a Prandelli sin una marejada enorme pero para ello se tiene que llegar como mínimo a cuartos. ¿Quo vadis Italia? El ‘hombre zen‘ espera que sea a tierras de vino y rosas.

Etiquetas: Italia, Marcello Lippi, Mundial 2010